Los peligros del alcohol adulterado

Publicado en por Pedro L. Méndez

El metanol, nuestro organismo lo elimina con gran dificultad, resultando muy tóxico por inhalación, ingestión y por contacto con los ojos.

Introducción

El metanol, alcohol metílico, alcohol de quemar o alcohol de madera, de fórmula química CH3OH, es un líquido incoloro multiusos empleado habitualmente como producto de limpieza desengrasante (para vidrios, plásticos, etc.), anticongelante, asimismo tiene uso como combustible especialmente por campistas, etc. Siendo sus usos industriales muy variados.

Envenenamiento y síntomas

El caso es que en estos tiempos de fuerte crisis económica mucha gente tiene la tentación de producir de modo clandestino sus propias bebidas alcohólicas. Las bebidas alcohólicas fermentadas contienen de por si algo de metanol, pero los más peligrosos son aquellos destilados adulterados a los que se les añade etanol diluido en metanol. Este último, nuestro organismo lo elimina con gran dificultad, resultando muy tóxico por inhalación, ingestión y por contacto con los ojos (el contacto con la piel puede dar lugar al cuadro por intoxicación crónica, especialmente en trabajadores de la limpieza). El periodo de latencia, antes de que aparezcan los primeros síntomas, presenta un rango de 12 -24 h. El envenenamiento es tan peligroso que frecuentemente lleva al bebedor a la ceguera, al coma y a la muerte, frecuentemente aparecen a modo de brotes epidémicos que saturan durante días los servicios sanitarios de urgencias. El cuadro clínico presenta los siguientes síntomas, que además de la embriaguez, son cefaleas, náuseas, mareos, calambres, trastornos visuales, dolores abdominales, convulsiones, insuficiencia respiratoria, edema agudo de pulmón, insuficiencia renal aguda y coma.

Tratamiento

La primera vez que supe detalles de los efectos tóxicos de esta sustancia fue cuando un catedrático de bioquímica de un modo muy didáctico nos explicó el caso personal de su hijo que se envenenó con metanol, ya se sabe: “En casa del herrero, cuchillo de palo”. El y sus amigos se intoxicaron tras ingerir un mejunje alcohólico producido en el laboratorio, les tuvieron que aplicar el tratamiento clásico: alcohol (etanol) en altas dosis porque ambas moléculas (etanol y metanol) compiten por la alcohol deshidrogenasa, enzima localizada en muchas partes del cuerpo, y especialmente abundante en el hígado. El etanol presenta una afinidad del orden de 7 veces mayor que la del metanol. También hay que suministrarles a los pacientes bicarbonato sódico para contrarrestar la fuerte acidosis metabólica que generan los productos intermedios. En casos graves es necesario recurrir a hemodiálisis y/o diálisis peritoneal.

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